lunes, 23 de marzo de 2009

¡Ya está aquí la primavera!










Ayer, 21 de marzo, llegó finalmente la primavera. Lo cual es causa de gran alegría, pues tanto jóvenes como mayores, después de tantos y tan rigurosos fríos como hemos padecido, echábamos en falta el calor y el solecito.

La primavera, claro, es esa estación en la que, como es sabido, renace toda vida, y el amor afila tanto sus flechas, que donde quiera que se mire se ven flores, frutos y toda clase de abundancia y fecundidad.

¿Conocéis a aquel famoso pintor llamado Sandro Botticelli? Su obra titulada El nacimiento de la primavera es muy conocida y celebrada. Y ¿qué me decís de Igor Stravinsky? ¿Habéis oído alguna vez algo de su famosa obra La consagración de la primavera? Se trata de una importantísima creación, considerada justamente como el comienzo de una nueva forma de hacer música. Se interpretó por vez primera en París el año 1913, ¡y se produjo por parte de los espectadores tal escándalo y alboroto como no recuerda nadie antes ni después! ¿Por qué?, preguntará alguien: pues porque los oyentes, acostumbrados como estaban a los suaves acordes y melodías de Bach, Mozart y Chopin, no podían soportar de ninguna manera (al menos una parte importante de ellos) aquellas disonancias casi dodecafónicas.

Bueno, ¿qué? ¿Habéis oído alguna vez esta obra? Si no es así, ved y oid ahora estas imágenes que os propongo, y no dejéis de celebrar este nuevo tiempo hermosísimo: la primavera.



















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